viernes, 5 de julio de 2013

Sobre Charlotte Brontë

Hola, Libromaníacos.
En primer lugar, me gustaría desearos a todos que tengais un maravilloso verano, despues de todo, hacía falta un poco de descanso, y sobre todo, aquí en Galicia, esta ola de calor se agradece, pues en los últimos meses no hemos visto más que lluvia, frío y viento. Además, ni siquiera hemos tenido primavera, por lo tanto... ¡bienvenido más que nunca, verano!

Esta sección, que podeis comprobar en la etiqueta de la entrada, se titula "Artículo semanal", nacio con el propósito de hacer yo misma mis propios artículos, aunque ya contaba con mis propias secciones de frases o reflexiones.
Así que he decidido utilizar esta sección para no solo hacer mis propios artículos, sino crear opinión a través de libros u otros artículos que me interesen. Incluyendo opiniones e información que merezcan, según mi criterio, ser comentadas a mi manera.
Bueno, vamos al asunto:
El caso es que he comenzado un nuevo libro, aunque como sabeis, aún estoy leyendo "Mansfield Park".
Este otro libro, que no he avanzado demasiado por el momento, y del que solo hago esta entrada por propio interés y a modo de avance, pues ya haré la reseña más adelante, se trata de la biografía de Charlotte Brontë, la más popular, digamos, de las hermanas escritoras. 

Como todos sabeis, Charlotte es la autora de libros célebres como "Jane Eyre" [aquí teneis la reseña], y es reconocida como precursora de movimientos feministas posteriores.
Es fácil adivinar las dificultades que supondría ser una mujer escritora entonces, y lo tedioso que resultaría para Charlotte conocer las críticas de la sociedad y de los literatos hacia su obra.

Charlotte Bronte




































Como he podido comprender gracias a este libro, a las mujeres se las tachaba de creidas si pretendían ser reconocidas por su obra, y cuando tenían la oportunidad de publicar un libro, muchas lo hacían, como ya sabía, mediante nombres falsos, para poder obtener una crítica como escritoras, y no como mujeres.
Es decir, ya no solo utilizaban nombres falsos por la prohibición por ser mujer, sino que lo tenían que hacer también  para que su obra fuera valorada.
Para haceros una idea, ¿quien no conoce el caso de George Sand? Incluso tenemos como ejemplo a las hermanas Brontë, que para publicar sus libros recurrían a los nombres Currer, Acton y Ellis Bell.

Me gustaría dejaros un fragmento del libro que recoge una idea fundamental de esa época, y que me parece importante plasmarla aquí. En el libro nos informan de la situación explicándolo de este modo:

"Una mujer que quisiera ser juzgada por su trabajo sería considerada egoísta, poco femenina y también poco cristiana; una mujer que deseara realizarse a través de la escritura estaba desafiando a Dios, que había determinado ya el lugar en la sociedad que le estaba reservado a su género." 

Me interesa mucho esta autora, y este libro, por tanto también me interesaría mucho conocer vuestra opinión sobre el tema. Ya conoceis mi interés, así mismo, sobre el tema del feminismo, y ahora que se me ha presentado la oportunidad de conocer un poco mejor el papel de la mujer en la historia y estudiar más a fondo este tema, me encantaría que participarais y me contarais la opinión que os merece. De ahora en adelante me gustaría poder tratar más esto, además de para mí misma, claro.

En fin, espero poder tener pronto la reseña, aunque os adelanto que el Blog estará cerrado por período vacacional, así que nos tomaremos un descanso en breve. De todos modos, adelantaré los libros que tengo pendientes, por supuesto.



Libromaníaca.




1 comentario:

Pilar Alberdi dijo...

Hasta tiempos bien recientes ha sucedido y lo mismo ahora. Se publican más obras de hombres aunque el número de lectoras es mayor, y como bien ha señalado alguna escritora, ellos están "institucionalizados", mientras que a las escritoras se les da poco sitio en los sillones oficiales. No hay más que mirar la Real Academia de las Letras, por ejemplo.
Saludos.