jueves, 29 de septiembre de 2011

Artículo semanal

¿Las personas somos seres superiores unos en cuanto a los otros?
No, claro que no.
¿Entonces, por que a veces nos sentimos en un nivel más alto con los demás? Acaso somos mejores?
Y si así fuera, como podemos demostrarlo?

Los humanos somos los seres que destacan sobre la tierra, que evolucionaron convertíndose en los amos del mundo de manera que consiguieran vencer a las fuerzas de la Madre Naturaleza.
¿Puede que nos creamos mejores con respecto a otras personas, pero por qué es así? Acaso no los vivimos todos en el mismo planeta y tenemos un cerebro, unas piernas, un corazón, aunque todos seamos distintos?
Es prueba, esto, de que los humanos hemos evoluido a lo largo de miles de millones de años, sí. Pero también llega un momento en el que nos encontramos en una fase de involución.
En la que como pensamos que tenemos el poder, somos capaces de controlar el que sea. Pero no es así.
Un multimillonario no es mejor que una persona sin recursos.
Una persona normal no es mejor que alguien que tenga discapacidades de cualquier tipo.
Nadie es mejor que nadie.
Sin embargo, desde siempre, hay gente que piensa que, inexplicablemente, es mejor caos demás, por la simple razón de que ellos lo crean.
Ya sea por la razón que sea.
Lo único que hay que tener en cuenta es que eso son verdaderas calumnias. Mentiras tales que demuestran la paupérrima capacidad de razonamiento de un invididuo.
Pero no estamos hablando de una persona, ni dos, ni tres. Sino millones, muchos millones, seguramente.
Porque si una persona destaca en la sociedad o simplemente dice o mantiene en su mente la idea de que es superior a los demás, demuestra que ejerce una inactividad tal en su cerebro que tiene elocuencia de tanta capacidad que la persona acaba pensando que es mejor, y puede hacer creer al otro que es inferior. Aunque eso sea la mayor mentira del mundo.

Todos somos iguales, sólo que cada uno es distinto.
No raro, sino sólo distinto.
Todos somos iguales que todos, nadie está a un grado de mayor altitud que otra persona.

1 comentario:

Júlia dijo...

Buena reflección.Interesante tema. Te sigo!